UNA PERTINENTE REFLEXIÓN

LA PERTINENTE REFLEXIÓN DE VOROUFAKIS

RECOGIENDO EL TESTIGO

Transcribo la reflexión con la que Voroufakis concluye su articulo porque me parece muy positivo el intento de abrir la vía del pensamiento global, con un contenido social, humano, dice: La Gran Deflación plantea una gran pregunta: ¿puede la humanidad concebir y llevar a la práctica un nuevo Bretton Woods “verde” y tecnológicamente avanzado – un sistema que haga nuestro planeta ecológica y económicamente sostenible – sin el inmenso sufrimiento y destrucción que precedieron al primitivo Bretton Woods?

Si nosotros – los internacionalistas progresistas – no conseguimos responder a la cuestión, ¿quién la contestará? Ninguno de los dos bloques que hoy rivalizan por el poder en Occidente quiere siquiera que se plantee.

Como he dejado el enlace, el lector interesado puede leerlo, pues la cuestión que plantea es la construcción de una internacional progresista, y entender eso, es ya un paso importante.

Un nuevo Bretton Woods no se producirá porque al primitivo se llegó tras la SGM, que en mi opinión, fue el comienzo de la soldadura de uno de los bloques que él alude en su articulo, con el que yo podría coincidir, haciendo la salvedad de que la burguesía veterana y los neoburgueses polacos, o ucranianos han formado piña con los viejos burgueses como una garantía de la expropiación a la que han sometidos a los obreros y ciudadanos polacos y ucranianos, repartiéndoselas a su capricho, para afianzar su poder, que ellos, los nuevos burgueses, han llevado a cabo en el tiempo en el que formaron la élite comunista, mientras que el otro bloque – BRICS – lo forma la élite que aun conserva la dirección de Rusia y China en asociación con Brasil, India y Sudáfrica, y así lo veo porque la decisión de dotarse de un instrumento financiero ( Banco Asiático de Inversión en Infraestructura ), con la intención de lograr una independencia económica del bloque principal, revela una decisión de no aceptar, por las buenas, normas que les perjudican, que el bloque veterano, las quiere intocables.

Un nuevo Bretton Woods supondría una fuerza colosal en el campo de la ciudadanía internacional e internacionalista, pero que no habrían, aún, eliminado las contradicciones de clase, aunque podría, la humanidad, estar en trance de conseguirlo. Como he dejado dicho, la hostilidad entre los bloques no cuestiona el sistema, de ahí que la falta de alternativas sea un problema porque el sistema, históricamente, está agotado al servir únicamente al uno por ciento humano. Este dato es elocuente con el valor añadido de ser publicado por una organización del sistema. Además, este agotamiento tiene, no obstante, una base teórica igualmente demoledora – a la que me referiré –, y que cordialmente invitaría al señor Vicenç Navarro a asumir la dirección internacional de un debate con Voroufakis y otros distinguidos intelectuales a cerca de la expansión territorial del capitalismo – desvirtuación u obsolescencia del estado nacional y la tesis marxiana del agotamiento de la ley del valor –, al que, evidentemente, un servidor, seguiría con toda la atención y todo el interés ( intelectual, por supuesto ).

La opinión de los que, como yo, creemos que los Estados nacionales están artificialmente mantenidos, porque ayudan a controlar a la ciudadanía de los diversos Estados en favor de la burguesía que tiene el control del capital financiero mundial a través de organizaciones apropiadas, no es desestimable porque históricamente, la formación de los actuales Estados de Europa se ha hecho sobre la base otros más reducidos, a los que se incorporaban territorios conquistados. Que la economía no puede aceptar políticas publicas favorables a los ciudadanos, a los trabajadores, porque existe un determinismo intrínseco que explicó Marx y que, brevemente dice, El intercambio de trabajo vivo por trabajo objetivado, es decir, el poner el trabajo social bajo la forma de antítesis entre el capital y el trabajo, es el último desarrollo de la relación de valor y de la producción fundada en el valor.(El subrayado es mio, siendo esta la referencia a la que aludí más arriba)

El supuesto de esta producción es y sigue siendo, la magnitud del tiempo de trabajo, el cuanto de trabajo empleado como factor decisivo de la producción de la riqueza… … ( ELEMENTOS FUNDAMENTALES PARA LA CRITICA DE LA ECONOMIA POLITICA (GRUNDRISSE) 1857-1858 Editorial Siglo xxi 8ª edición, pgs 227-228-229 ), que dicho hace ciento cincuenta años era una claridad de juicio genial, por eso, hoy, cuando la producción no hace más que expulsar la fuerza de trabajo, del proceso productivo, ocultar este hecho a la ciudadanía y a los trabajadores, me parece desleal. Mi intento es, lo que el señor Navarro, en su artículo del 08/08/2016 dice sobre la necesidad de recuperar las categorias políticas en la eurozona, para entender el sentido y el alcance de la lucha política, que no se detiene en los procesos electorales, en ningún país, aunque, convengo, que en los procesos electorales es cuando es más fácil interesar a la ciudadanía, a los trabajadores, a la gente corriente, en estos problemas.

Por esa razón, esta contradicción inherente al capitalismo, poniendo en oposición el trabajo vivo, la fuerza de trabajo y la mercancía, el trabajo objetivado, hoy es evidente para amplias capas sociales y su sintesis no pueden ser las políticas públicas ni la RBU, sino una lucha ideológica indesmayable porque desde el momento en que se reclamen fondos, dineros, para llevarlas a efecto, el capital financiero mundial, dueño del mundo, soltará los perros de la guerra para disciplinar a la masa.

La Gran Deflación que teme el señor Voruofakis, puede ocurrir, y particularmente creo, dado el increible conocimiento que tiene la élite, el complejo militar industrial de las finanzas mundiales, puesto que las máquinas que controlan esas finanzas no son autónomas sino controladas y vigiladas por técnicos pagados por la élite, ellos mismos, élite, que el big crunch se decidirá para llevar el caos al corazón de Europa, si esa élite ve peligrar la estabilidad de su poder, pues este, aún no es discutible, les pertenece porque los Estados nacionales conservan la capacidad de distraer y reprimir a la masa, que sigue masa, porque para ser clase obrera, clase trabajadora debe de poseer su instrumento de cohesión y ese instrumento, podría iniciarse con la internacional progresista que propone el señor Voroufakis.

ESTADOS NACIONALES

El modo de producción mercantíl en siglo y medio ha ido homogeneizando a las sociedades en la medida que ámplias capas de personas se incoporaban al proceso de producción, el cual desde la SGM, en el que el complejo militar industrial de Estados Unidos logró subsumir a la burguesía de Europa y de otros continentes, se debilitaban de manera natural las diferencias, porque ese es el proceso natural, mediante el cual el territorio nacional va quedando pequeño y los acuerdos y normas profesionales, técnicas, objetivas, comunes van llevando al acervo funcional de los pueblos identidades, nada aleatorias, sino concientemente distribuidas porque los libros, teatros, las películas, los juegos, los clubs de diversión, etc., son muy semejante de una ciudad extranjera a otra, los pueblos muy parecidos a la ciudad, las legislaciones muy similares y porque este proceso de cambio de la estructura economica ha ido aconteciendo, si se observa una cronología, a un ritmo de treinta años aproximadamente, es decir, la estructura económica – la incorporación de máquinas y procesos productivos, que eso es lo que modifica las relaciones de producción, la estructura económica – ha ido variando mientras la superestructura ha permanecido intacta, siendo eso lo que ha permitido exprimir al mundo, con criterios mafiosos mientras la riqueza se iba concentrando cada vez más, asfixiando a las familias y empobreciendo a los Estados, ¿es posible hablar de identidad nacional cuando la deuda del Estado, español, por supuesto, pero si se mira con detenimiento, también estadounidense, también alemán, también británico, etc., etc., está en manos de los mismos bancos?, no es eso una demostración de que la soberanía de los pueblos la condicionan los mercados.

Los Estados nacionales son un dogal al cuello de los pueblos que la gobernanza goberneando los presupuestos de los Estados nacionales favoreciendo las mamandurrias de las empresas que se dedican al lucrativo negocio de la fabricación de armas y negocios dedicados a ese fin para mantener el control sobre una masa, que cada vez que pretende organizarse, se le dificulta con leyes mordazas, antiterroristas o como se tercie, con objeto de que la transformación-transfiguración de masa a clase obrera organizada sea cada vez más dificil, necesita de ese elemento cohesionador que es la internacional, capaz de romper ese cascarón que es el Estado, cuya única función es mantener a los pueblos aislados, separados, desconfiados, enfrentados. Esa separación artificial, es sin embargo de la que se ha valido, la pequeña burguesía del Reino Unido – BREXIT – para separar a los trabajadores britanicos de los continentales.

EUROPA EN EL PUNTO DE MIRA

Europa es el compendio de multiples contradicciones pero igualmente es en no pocos aspectos las sintesis de buena parte de ellas, su mayor obstáculo es, sin lugar a dudas, los idiomas, en los que se basa el capitalismo para atizar las direrencias, más livianas, con todo, incluidos los idiomas, que la diferencia de clase.

Me permitiré una una brevísima digresión sobre las lenguas. Creo que hubo en China un idioma paticular que solo hablaban las mujeres, y que se ha perdido porque murió la última mujer que sabía hablarlo. La perdida de un dialecto, por remoto que sea su origen y sus hablantes es un empobrecimiento cultural y sentimental, irrecuperable, y aunque pudiera parecer genético es algo que se aprende, como todo, con esfuerzo, dedicación e interés.

La pluralidad de idiomas en Europa es un factor que, en principio parecería jugar en contra de los pueblos que componen el Viejo Continente, pero eso es solo en apariencia porque lo que determina el comportamiento de la gobernanza burguesa de Europa es que toda ella está decidida, no por Alemania, como se cree, contra la que la pequeña burguesía continental vuelca su ira, sino por el complejo militar industrial euroestadounidense, que tiene su expresión en el gobierno de Estados Unidos, como lo ha demostrado el problema de las sanciones a Rusia porque no aceptó, pasivamente, que su territorio fuese desgajado, y entonces se aplicaron las sanciones, porque Estados Unidos se quedo sin una base naval en Crimea, y Europa tuvo que pagar el costo de las sanciones, impidiéndoles, a los productores europeos comerciar con Rusia, suponiendo eso, una pérdida, para la ciudadanía de Europa, contra la que no se elevó ninguna voz, porque eso hubiese molestado al socio estadounidense.

Por eso, Europa, es un problema que el sistema tiene que vigilar porque en esta fase agónica, lo que ocurra en el continente tiene valor como para trastocar la continuidad del sistema. No son los idiomas – hay que conservarlos y potenciarlos porque suponen un enriquecimiento cultural y sentimental, que solo pueden ser potenciados por un sistema que supere las diferencias de clase –, y los Estados nacionales se valen del idioma como instrumento de separación. Los Estados necesitan de la ideología separadora como lo demuestra este ejemplo, el Estado de Israel ha doblado el presupuesto de 2014 (125.000.000€) a 250.000.000€ en 2015, para financiar los estudios talmúdicos porque lo que da sentido al Estado de Israel es la creencia de ser el pueblo elegido, en realidad, una ficción muy útil a los intereses de la burguesía, no menos ni más útil que el estudio, en las madrasas coránicas o los seminarios cristianos, destinados a impedir el progreso – lo que ya de por sí las invalida porque el progreso se hace a su pesar –, pero el sistema las financia como un lastre al conocimiento que supone financiar las ciencias físicas y naturales, para las que no se escatiman recortes.

El mundo se encuentra en un callejón sin salida porque el sistema, no es que no pueda mejorar, es que no quiere hacerlo porque esa mejora supone su desaparición y mantener la tesis de aplicar políticas públicas para mantener el welfare, el estado de bienestar es causa perdida porque no es eso lo que pide el complejo euroestadounidense, y disfrazarse de lagarterana (esperar lograr en el parlamento lo que no se consiga en la calle, en las fábricas, en los barrios) es una causa perdida.

Pido disculpas al señor Vicenç Navarro por utilizar su nombre, pero puesto que escribe sobre política, la aportación que puede suponer para la izquierda internacional que valorase la importancia de asumir el compromiso de dirigir un debate internacional – no sería necesario decirlo, pero dirigir el debate no supone que tuviera que estar de acuerdo con las tesis; solamente que lo dirige y garantiza una escrupulosidad intelectual –, daría un impulso muy importante al debate teórico de la lucha política, necesitada de él porque sin dicha aportación la lucha se encierra en un circulo vicioso sin salidas, porque, como todos sabemos, Bretton Woods supuso un acuerdo entre burguesías, que no tocaba el sistema, y según entiendo, no es eso lo que querría Voroufakis, y yo entiendo que es imposible. El viejo Bretton Woods al ser consensuado por las fuerzas burguesas, revelaba que el sistema no estaba cuestionado, mientras que uno nuevo, logrado como consecuencia de una presión de las fuerzas progresistas llevaría, explicitamente, la decisión de lograr un nuevo sistema, mientras se discute como se deconstruye el viejo, que lugar ocupará el uno por ciento y como se organiza la gobernanza del mundo en ESTADOS CONTINENTALES, mientras se va diseñando una colaboración para disponer de los recursos del planeta según las necesidades de una humanidad solidaria, única manera de lograr un crecimiento armonioso.

Que esto pueda parecer útopico, un asalto a los cielos, me parece más asumible que desesperarse aguardando un desbloqueo de escuderos sin fuerzas para cargar con el escudo. Valorando en su justos términos el sentido común de Sancho, ¿no ha llegado la hora de hacer morder el polvo a los gigantes?

jmrmesas

veintitrés de agosto de dos mil dieciséis

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